En el cerro de Monte Sinaí, en las montañas de Guayaquil, los habitantes de más de 50 asentamientos irregulares viven sin acceso a servicios básicos. Tan solo en la favela de Ciudad de Dios, 40.000 ecuatorianos habitan casas de caña o prefabricadas a medio terminar, tan estrechas que los baños están fuera de las construcciones.