Recordemos que en la posibilidad de simplificar nuestra lista de necesidades, se esconde la probabilidad de sentirnos plenos y realizados más fácilmente. La costumbre, muchas veces, atenta contra nuestra capacidad de observar y resaltar la belleza, la utilidad, lo positivo y lo extraordinario que resultan algunos elementos presentes en lo cotidiano. Alcanzar el equilibrio entre la satisfacción de nuestras necesidades materiales y las necesidades afectivas y emocionales, hará que disfrutemos de una vida mucho mas satisfactoria.