*Meditación*Himno: “Yo sé a quien he creído”: https://youtu.be/tI7JYUcDp2M”Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia poramor de Jonatán?” (2 Samuel 9:1) Mefi-boset era nieto del rey Saúl, el que había tratado repetidamente de quitarle lavida a David. Por lo tanto descendía de una familia rebelde, la cual se esperaría quefuese exterminada una vez que David subiera al trono. Además de eso, Mefi-boset eraun lisiado indefenso, que había caído de los brazos de su nodriza cuando era pequeño.El hecho de que viviera en casa de otro en Lodebar, que significa “no [hay] pastos,”sugiere que era pobre. Lodebar estaba en el lado oriental del Jordán y por lo tanto“muy lejos” de Jerusalén, la morada de Dios. No había mérito en Mefi-boset en lo querespecta a conseguir el favor de David. A pesar de todo eso, David inquirió tocante a él, le envió mensajeros, mandó traerleal palacio real, le aseguró que no tenía nada qué temer, lo enriqueció con todas lastierras de Saúl, le proveyó un séquito de servidores para que le atendieran y le honródándole un lugar permanente en la mesa del rey como uno de los hijos del rey.¿Por qué mostró David tal misericordia, gracia y compasión hacia uno que era tanindigno? La respuesta es “por amor a Jonatán”. David había hecho un pacto conJonatán, el padre de Mefi-boset, que precisaba que nunca cesaría de mostrar bondad ala familia de Jonatán. Éste era un pacto de gracia incondicional (1 S. 20:14-17).Mefi-boset se dio cuenta de esto, porque cuando fue introducido por primera vez enla presencia del rey se postró y dijo que “un perro muerto” como él no merecía talesbondades. No debe ser difícil para nosotros vernos retratados en esta descripción. Nacimos deuna raza rebelde y pecaminosa bajo la condenación de la muerte. Estábamosmoralmente deformados y paralizados por el pecado. Nosotros también habitábamosen una tierra de “no hay pastos”, hambrientos espiritualmente. No solamenteestábamos condenados y éramos indefensos y pobres, sino que estábamos “muy lejos”de Dios, sin Cristo y sin esperanza. No había nada en nosotros que pudiera provocar elamor y la bondad de Dios. Sin embargo Dios nos buscó, nos encontró, nos libró del temor de la muerte, nosbendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales, nos trajo a Su mesa debanquete y levantó la bandera de Su amor sobre nosotros. *¿Por qué hizo Él esto?* Fue por amor a Jesús, y fue por Su pacto de gracia que nosescogió en Cristo antes de la fundación del mundo.La respuesta adecuada debe ser postrarnos en Su presencia y decir: “¿Quién es tusiervo, para que mires a un ser tan indigno como yo?”