Meditación”Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”(Hebreos 11:1)Fe es confianza inquebrantable en la Palabra de Dios, en Su fidelidad y veracidad. Lafe es la convicción firme de que lo que Dios dice es verdad y lo que promete sucederá.Tiene que ver principalmente con el futuro y con lo invisible (“lo que se espera”).Whittier decía que: “los pasos de la fe se posan en el aparente vacío, y no obstanteencuentran roca debajo”. ¡Pero esto no es así! La fe no es un salto en la oscuridad.Exige la evidencia más segura, y la encuentra en la Palabra de Dios.Algunas personas creen equivocadamente que pueden obtener cualquier cosa quedeseen si creen con toda su fuerza que sucederá. Pero eso es credulidad, no fe. La fenecesita apoyarse en la revelación de Dios y aferrarse a Sus promesas. Si el Señor hacealguna promesa, entonces es tan segura como si ya hubiera sucedido. Si Él preside elfuturo, ciertamente se cumplirá. En otras palabras, la fe trae el futuro al presente y hacevisible lo invisible.No hay riesgo en creer a Dios. Dios no puede mentir, no engaña a nadie ni puede serengañado. Creer en Dios es lo más racional, sano y lógico que una persona puede hacer.¿Qué hay más razonable que la criatura crea en el Creador?La fe no está limitada por las posibilidades sino que invade el reino de lo imposible.Alguien ha dicho: “La fe comienza donde las posibilidades humanas terminan. Si algoes posible entonces Dios no tiene parte en la gloria. Si es imposible, no hay duda quepuede hacerse”.Fe, poderosa fe que la promesa veY mira a Dios solamente;De las imposibilidades ríeY clama: “Se hará ciertamente”.Cierto es que hay dificultades y problemas en la vida de fe. Dios la prueba en el crisolde la adversidad y la aflicción para ver si es genuina (1 P. 1:7). A menudo tenemos queesperar largos años para ver el cumplimiento de Sus promesas, y algunas veces tenemosque esperar hasta alcanzar la otra orilla. Pero “las dificultades son la comida con que lafe se alimenta” (George Mu?ller).“Sin fe es imposible agradar a Dios” (He. 11:6). Cuando nos negamos a creer en Él,estamos insinuando que es un mentiroso (1 Jn. 5:10), y ¿cómo puede Dios agradarse deaquellos que le llaman mentiroso?